La celebracion del espectaculo taurino del «Toro de la Vega» en Tordesillas ha provocado una gran polemica debida a la extrema violencia propias de la edad media.
Al contrario que las corridas de toros, esta fiesta sigue la fórmula de los San Fermines, obligando al toro a correr calle abajo hasta el lugar donde será sacrificado.
La diferencia más notable con esta otra fiesta, en la que está terminantemente prohibido agredir al toro, y el Toro de la Vega, es que en esta última la fiesta en sí reside en que al toro vayan lanceándole y tirándole objetos afilados o piedras para herirle y cansarle al máximo, para después apuñalarle y golpearle hasta la muerte del mismo modo entre los más de mil vecinos de esta localidad que se movilizan en la fiesta.
Cualquier ser humano con un mínimo de sentido común, o al menos moral, entiende el error garrafal de esta monstruosidad propia de una sociedad del medievo.
Resumiré mi opinión sobre todos los festejos taurinos en 3 puntos, que a su vez sirven perfectamente como respuesta para los argumentos más comunes de los taurinos.
1: Estas fiestas no son cultura.Muchos hemos oído esta excusa de boca de algún defensor de la tauromaquia, pero es completamente falsa.
La tauromaquia, aunque fuese cultura (por lo tradicional de las corridas de toros, por ejemplo) tiene su base en la humillación de un animal para su posterior lenta mutilación y muerte.
No representa ningún mérito esquivar las embestidas de un toro, son animales lentos que no atacan a menudo.
Incluso sin una tela roja que lo confunda, es demasiado lento para desviarse contra un humano a la velocidad que va y con su peso.
Por lo tanto, sólo estás obligando (al estimularle para atacar) a un animal a que vaya a por ti para hacer que se canse (las carreras increíbles que un toro realiza no son sanas para ese animal) y facilitarte la tarea de acercarte lo suficiente como para matarle (la pérdida de sangre, banderines y lanzas pequeñas para «castigar» cumplen la función ya citada.
Además de ser una celebración completamente carente de sentido lógico, ni del más mínimo e insignificante respeto por la vida que hace que la gente decente no se sienta orgullosa de acabar con la vida de un animal inocente, estamos hablando de una vergüenza para este país, en el que cada vez más personas rechazan la celebración de este tipo de fiestas.
Y hablando brevemente de la imagen internacional que esto da, ¿De verdad quieres que nuestro país sea famoso y representado por ser de las únicas naciones del mundo en las que se permite torturar y matar a un animal y además miles de energúmenos lo celebran?
2: Somos la única especie capaz de disfrutar viendo sufrir a otros seres vivos y matarlos por diversión y no por alimento.
¿Cómo habla esto de nosotros como seres humanos? ¿Tan bajo ha caído la moral del ser humano en ciertos aspectos que el sufrimiento de otro ser viviente es utilizado como entretenimiento? ¿Acaso no hemos aprendido nada desde la época de los gladiadores?
3: Estas fiestas provocan el descontento popular, pero se teme prohibirlas por «respeto» a la tradición.
Vamos a ver, y perdón si me enfado de más aquí.
¿Somos tan inútiles que la tradición se antepone a la opinión y petición mayoritaria e incluso a la moral humana misma? ¿Tal poder se concede a una tradición que es intocable por el simple hecho de formar parte de la cultura? En mi opinión, si queremos avanzar como sociedad como es debido, debemos dejar atrás las costumbres y características de esta que no queremos perpetuar en nuestro mundo, ya que la cultura de un pueblo la conforman sus gentes y no se puede anteponer lo que ya se acepta como válido por rutinario que lo que se acepta como tal por consenso.
PD: Disculpad por tanto retraso en subir post, ahora mismo estoy muy liado con el instituto, pero espero reactivar el blog pronto.
Por ahora, tomad este que escribí en su momento cuando salió la fiesta que sustituía al Toro de la Vega.